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Eran las 17:20 horas del Viernes de Dolores 13 de abril de 1984 -hace hoy un cuarto de siglo- en tarde gris y plomiza, cuando la imagen del Cristo del Perdón se bajó de un camión de transporte de productos hortofrutícolas que regresaba a El Ejido de vacío para entrar en la Compañía de María. Se despedía de Úbeda a media mañana, en el claro de san Isidoro se vivió con emoción su salida de la Iglesia, en cuya capilla del Señor de la Columna había estado expuesto toda la semana de pasión. Apenas cuatro jóvenes columneros, el tallista Ramón Cuadra, mi abuelo y nosotros mismos fuimos testigos de esos intensos e inolvidables instantes. No sabemos si algún día podremos, o nos dejarán, contar la historia de primera mano, esta pincelada no puede ni quiere borrar la angustia -desconocida hoy por muchos- que pasamos para posibilitar su llegada, las gestiones, los avales, los avalistas, el dinero necesario... el caso es que llegó y al día siguiente pudo ser bendecido, quien con su generosidad lo hizo posible se presentó precisamente ante el Padre Eterno también un 13 de abril y se sembró en la tierra el día de su bendición, y que en ese año vino a coincidir con un nuevo Martes Santo.
Pulsanso sobre los venerables pies del Santísimo Cristo del Perdón podrán acceder a la galería fotográfica.
.Eran las 17:20 horas del Viernes de Dolores 13 de abril de 1984 -hace hoy un cuarto de siglo- en tarde gris y plomiza, cuando la imagen del Cristo del Perdón se bajó de un camión de transporte de productos hortofrutícolas que regresaba a El Ejido de vacío para entrar en la Compañía de María. Se despedía de Úbeda a media mañana, en el claro de san Isidoro se vivió con emoción su salida de la Iglesia, en cuya capilla del Señor de la Columna había estado expuesto toda la semana de pasión. Apenas cuatro jóvenes columneros, el tallista Ramón Cuadra, mi abuelo y nosotros mismos fuimos testigos de esos intensos e inolvidables instantes. No sabemos si algún día podremos, o nos dejarán, contar la historia de primera mano, esta pincelada no puede ni quiere borrar la angustia -desconocida hoy por muchos- que pasamos para posibilitar su llegada, las gestiones, los avales, los avalistas, el dinero necesario... el caso es que llegó y al día siguiente pudo ser bendecido, quien con su generosidad lo hizo posible se presentó precisamente ante el Padre Eterno también un 13 de abril y se sembró en la tierra el día de su bendición, y que en ese año vino a coincidir con un nuevo Martes Santo.
Pulsanso sobre los venerables pies del Santísimo Cristo del Perdón podrán acceder a la galería fotográfica.
A mi abuelo, cofrade eterno 
