Cuando la primavera empieza a asomar tímidamente en Almería se forman ríos y no precisamente provenientes del deshilo invernal, son ríos humanos de gentes que se postran por el primero de los viernes de marzo a los pies del Señor Cautivo de Medinaceli, la devoción de Almería, que en otra ocasión tildamos, sin temor a equivocarnos, como la devoción de devociones.
En la galería que ofrecemos, de la que podrán disfrutar pinchando sobre la fotografía, queremos mostrarles el perfil más cercano de este Señor de Medinaceli que a tantos cautiva.
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En la galería que ofrecemos, de la que podrán disfrutar pinchando sobre la fotografía, queremos mostrarles el perfil más cercano de este Señor de Medinaceli que a tantos cautiva.
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